Al encuentro de ocho pozos de nieve en España, los frigoríficos de hace siglos
Antes de que se inventase el frigorífico, el hielo se hacía apisonando nieve en el fondo de pozos serranos y se bajaba en verano a otros que había en las ciudades
España está llena de antiguos pozos de nieve. Aunque en Mérida hay uno romano, que puede verse en la calle Reyes Huertas, la mayoría de ellos datan de los siglos XVI al XIX, cuando en los reales sitios y las ciudades se disparó la demanda del gélido elemento para enfriar bebidas, hacer helados, conservar alimentos y como remedio terapéutico. También coincidió que era la Pequeña Edad de Hielo. Hoy, docenas de pozos de nieve subsisten en lugares tan poco apropiados para almacenarla y andar con ella en verano de acá para allá como Sevilla, la Región de Murcia o Canarias.
