Alianzas público-privadas y reglas estables para edificaciones sólidas
La inversión en proyectos crece con la bajada de tipos, pero con el reto de identificar los más adecuados y mejor estructurados con vistas a lograr financiación

Hay un boom de infraestructuras en el mundo. Deutsche Bank calcula que, “para mantener la demanda prevista, la inversión global antes de 2040 debería rondar los 97 billones de dólares [unos 94.000 millones de euros], y los sectores de la electricidad y las carreteras se llevarán más de la mitad”. Y el banco alemán advierte: “Son unas cifras gigantescas que requieren hilar más fino en un contexto de creciente endeudamiento de los Estados, introduciendo nuevas categorías y evaluando su necesidad y su eficacia con cuatro nuevos indicadores: resiliencia, sostenibilidad, innovación e inclusión”.
Rentabilidad y riesgo en desequilibrio
El último informe de EY, Infrastructure Barometer, muestra datos relevantes obtenidos a partir de una encuesta global realizada entre 80 altos ejecutivos, inversores e instituciones financieras sobre el estado y expectativas del sector de la inversión en infraestructuras en España. Un 80% de los consultados reconocieron haber permanecido activos en este sector en los últimos cuatro años gracias, sobre todo, “a la alta calidad de nuestras infraestructuras y al atractivo de los sectores de energía renovable y transición energética en España”.
Con vistas a los próximos meses, una cuarta parte de los participantes en este sondeo esperan aumentar las inversiones en el país, aunque el 42% de ellos consideran que la relación riesgo-beneficio “está actualmente parcial o totalmente desequilibrada”, a pesar de la bajada de los tipos. Las áreas donde contemplan mayor potencial son las de inteligencia artificial y centros de datos.