América grande otra vez... con el dinero de otros
Trump no es Hitler, pero aterroriza lo mucho que se parecen sus eslóganes, paranoias y objetivos


Entonces fue “Hacer grande a Alemania”. Hoy es “Make America Great Again”. Pero con dinero ajeno. Sobre todo, con el de aliados y amigos. Los aranceles de Donald Trump tienen objetivos más ambiciosos que equilibrar la balanza comercial o impulsar la producción interna a expensas de las importaciones. Apuntan a compensar los miles de millones de los recortes fiscales prometidos a los contribuyentes, sobre todo a los más ricos. Es un cambio de paradigma. Durante décadas, Estados Unidos financió su espectacular crecimiento y bienestar trasladando su astronómica deuda a los demás, quienes —empezando por China— estaban encantados de llenar sus arcas con bonos del Tesoro estadounidense. Ahora Trump pretende que sean otros quienes paguen los impuestos. Está por ver si lo logrará sin dispararse en el pie, ni ser arrastrado por la inflación, ni enemistarse con el resto del mundo.