Badosa se luce ante Gauff y atrapa, ahora sí, sus primeras semifinales

La española vence a la estadounidense por 7-5 y 6-4 y accede por primera vez a la penúltima ronda de un grande. Sabalenka o Pavlyuchenkova, la rival del jueves

Jan 21, 2025 - 02:00
Badosa se luce ante Gauff y atrapa, ahora sí, sus primeras semifinales

Estampa Paula Badosa —con la zurda, que la derecha la reserva para la raqueta— su inmensa felicidad en la cámara: “A la tercera va la vencida”. Y así es, porque Melbourne acoge este martes la demolición del muro que le impedía llegar más lejos en un gran torneo, imposible en los intentos previos de París (2021) y Nueva York (2024); aquellos días sin premio, nervios y más nervios dentro de ella, descontrol, esa zozobra que agita y corroe como las termitas. Sin embargo, esta Badosa de los últimos tiempos va ganando poso sobre la pista y sorprendiéndose a sí misma, porque se mira al espejo y ve a otra jugadora; una tenista que crece piedra a piedra, sin la necesidad de caer en la grandilocuencia; la vía del día a día suele ser la idónea. Y así de bien rinde a la estadounidense Coco Gauff, la tres del mundo, a remolque de principio a fin: 7-5 y 6-4 (en 1h 44m).

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¿Qué se la pasaba por la cabeza a Badosa cuando ha clavado ese último pelotazo y se ha echado sobre el cemento?

“Se me han pasado muchas cosas”, dice, “pero sobre todo tenía en la cabeza el último partido que jugué contra ella; iba set y break arriba y hoy ha sido igual; ese día no fui a por el partido, especulé demasiado, así que hoy he ido a por ello porque una jugadora de su magnitud no te va a dar nada; o lo buscas tú o no vas a poder cerrarlo”.

¿Y qué hubiera pensado si le dicen hace un año que hoy estaría donde está? “Que era una locura. Era un momento muy difícil [por su lesión de espalda] y, obviamente, dejas de creer un poco. Pero, como suelo decir, siempre tengo un pequeño porcentaje en mi cabeza, dentro de mí, que cree. Porque, si de verdad hubiese dejado de creer, hubiese colgado la raqueta y nunca lo acabo haciendo”, prosigue.

“Lo paso muy mal y sufro mucho, pero siempre lo intento una vez más porque siempre he creído mucho en mí, he tenido fe en mí misma”, desliza, a la vez que remarca que no dejará de pelear hasta que cumpla su sueño: “Nunca me he escondido, ganar un Grand Slam”. “Siempre quiero más, forma parte de mi esencia, siempre he sido así y por eso he llegado donde estoy, porque nunca nada me ha parecido suficiente”.

Cuenta que se llevó “un palo muy grande” cuando perdió contra Emma Navarro en los cuartos del último US Open y que el éxito de hoy responde al trabajo de “visualización y meditación” que hace a diario. Muchas horas de psicólogo. Se queda con la Badosa de hoy, “con diferencia”, más que con la que alcanzó el número dos y triunfó en Indian Wells, y apunta que ahora valora e intentar disfrutarlo todo “mucho más”.