Bajar a Segunda con la Dana
Pienso, en este momento de depresión colectiva, cómo sería que el Valencia bajara. Qué impacto anímico tendría en la sociedad. Qué respuesta cívica podría desencadenar un descenso tan simbólico en este contexto inflamable
No soy hincha del Valencia CF. Apenas sigo el fútbol moderno; me gusta más el antiguo. Sus camisetas, sus historias, su cultura, sus cromos: puro fetichismo emocional. Suena raro, lo sé, pero me entretiene más y me hace soñar, que es una buena forma de vivir; vivir el doble. Sin embargo, algo me tiene en vilo en esta liga: el posible descenso del Valencia CF a Segunda División. Esta columna no va de fútbol.