Bernardo Ruiz, el primer español en el podio del Tour, cumple 100 años
El ciclismo homenajea al ganador de la Vuelta de 1948, tercero en el Tour de Francia, en 1952, detrás de Fausto Coppi. Celebra su cumpleaños en Orihuela, su pueblo
“¿Tienes un cigarrico?” Bernardo Ruiz está sentado en el cuarto de estar de su casa de siempre, en el sexto piso de un hermoso bloque en el centro de Orihuela y se dirige al visitante con la misma esperanza, y necesidad de nicotina, con la que Liza Minnelli y sus sofisticadas uñas verdes asalta al Michael York recién llegado a su pensión en el Berlín de Cabaret. “Empezó a fumar Lucky Strike hace mucho, cuando colgó la bicicleta”, explica su hijo, también Bernardo, “pero se lo tenemos racionado, porque si fumara todo lo que desea luego por las noches tose mucho y apenas puede dormir”. Detrás de la butaca, un andador inmóvil que Bernardo se niega a usar. Hasta hace nada paseaba tranquilo por su pueblo con sus 99 años espléndidos, siempre con su sombrero trilby como el de Billy Wilder, pero después de una pequeña intervención quirúrgica necesita ayuda para caminar, y antes de que le vean necesitado sus vecinos prefiere quedarse en casa. ¡Menudo es Bernardo Ruiz! Menudo ha sido, un titán, el hombre más fuerte de Orihuela y todas sus tierras, de Orihuela a Cartagena todos los días ida y vuelta por Torremendo y el puerto del Rebate, caminos en cuesta pedregosos, cargado de maíz, cebada, trigo, sacos de 50 kilos en el soporte, viaje al molino, para sobrevivir en la posguerra, la economía del trueque. Menudo orgullo el suyo, que de chaval fortalecido en el estraperlo subía a puro pedal la cuesta del seminario (250 metros de desnivel en dos kilómetros, pendiente media del 13%, máxima del 25%) que hasta Luis Ocaña se negó a subir durante una carrera, despavorido, tanta pendiente. “No había desarrollos suficientes en las bicis, pero a mí me daba igual, me costaba más pero subía”, dice. “Y un día la subí 13 veces, y todos los que estaban en el seminario se quedaron allí toda la mañana de espectadores, seminaristas en sotana tomando el sol”.