Brecha de género en el estudio de grabación: el arduo camino de las productoras musicales
Existen 30 hombres por cada mujer en esta profesión. Algunas de ellas ya realizan esa labor, pero existe temor a firmar. Ese miedo Zahara lo cataloga como “ser invisible y yo misma invisibilizarme”
Es bastante común que la dirección artística de un proyecto femenino esté firmada por un nombre masculino. La figura del productor musical es tan importante como desconocida, pero ante todo es un oficio visiblemente sesgado por el género. Zahara (Úbeda, 41 años) lleva media vida dentro del estudio de grabación; sin embargo, este año firmará por primera vez como productora un álbum suyo: Lento ternura, que se publica el 21 de febrero. Uno de los principales inconvenientes con los que se encontró en sus inicios fue que todo el mundo consideraba el productor como un agente externo, y ella misma asumió dicha creencia. “Cuando vivía en Granada, con 20 años, ya me producía mis maquetas, pero nunca nadie me hizo ver que lo que hacía era una producción o una aproximación a la producción”, cuenta la artista a EL PAÍS. Aunque siempre contó con un segundo de a bordo, Zahara estaba desconcertada: “No entendía por qué yo no estaba siendo la productora, cuando muchas de las decisiones artísticas y musicales habían tenido un primer filtro que era mío, había una dirección artística por mi parte y no sabía por qué no podía seguir haciéndolo yo”.