Carlota Barrera viste el espacio de EL PAÍS en Arco: “El uniforme empieza siendo muy estructurado y repetitivo, pero termina siendo muy personal”

El trabajo de la diseñadora asturiana, que está ultimando su colección de otoño-invierno, se basa en la deconstrucción de los códigos de la moda masculina. Tras trasladar su marca de Londres a Madrid, ha encontrado su nicho de mercado en el hecho a medida: “Sobre todo hago trajes para novios”, cuenta

Mar 5, 2025 - 00:00
Carlota Barrera viste el espacio de EL PAÍS en Arco: “El uniforme empieza siendo muy estructurado y repetitivo, pero termina siendo muy personal”

Una chaqueta, un pantalón y un jersey negros que, como todo lo que diseña Carlota Barrera (32 años, Gijón), tienen una doble lectura. “Parece una chaqueta vaquera, pero está hecha con lana de sastrería y tiene el pespunte de las americanas clásicas, pero sacado al exterior, como un bordado. El bajo del pantalón parece que está deshecho, que se hubiera soltado por un lado, y el jersey se ciñe con un grogrén, que es una especie de alusión a una cincha de sujeción, pero es un elemento muy clásico dentro la costura. He querido mezclar las prendas clásicas con las utilitarias”, explica la diseñadora sobre los uniformes que ha diseñado para las personas que atenderán este año el espacio de EL PAÍS en Arco, la feria de arte contemporáneo que se inaugura este miércoles 5 de marzo en Madrid. A Barrera le encanta diseñar uniformes porque todo su trabajo se basa en la deconstrucción de los códigos y las convenciones de la moda masculina, y pocas cosas hay más sujetas a convenciones que un uniforme; “algo que empieza siendo muy estructurado y repetitivo, pero que termina siendo muy personal. No tiene nada que ver la forma en la que una persona se lo pone con cómo se lo pone otra”, opina.

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