Científicos xinkas: guardianes del agua frente a la minería en Guatemala
Desde 2017, jóvenes científicos xinkas monitorean la calidad del agua de la cuenca hidrogeológica donde opera una de las mayores minas de plata del mundo. Aunque las extracciones fueron suspendidas temporalmente porque la empresa no había consultado previamente a la comunidad indígena, los altos niveles de arsénico y metales pesados en los ríos son motivo de preocupación
Diana Carillas Pacheco, de 18 años, y su tía Ruth Isabel Pacheco Ramírez, de 24, suben por una loma de desmontes y rocas, restos de una mina artesanal que operó a principios del siglo XX en Morales, una aldea de Mataquescuintla, Santa Rosa, en el oriente de Guatemala. El sol inclemente se refleja en las piedras, intensificando el calor y haciendo más difícil el trayecto. No hay ni un brote de pasto. Aunque la actividad minera cesó hace décadas, el terreno sigue estéril. Tras 10 minutos bajo el calor sofocante, llegan a un drenaje de agua que fluye desde un túnel, vestigio de la antigua mina subterránea.