Ciudades jardín y culturas milenarias en la selva: la nueva arqueología desmonta el tópico colonial de la Amazonia virgen y vacía

El arqueólogo brasileño Eduardo Neves, abanderado del cambio de paradigma, subraya en Barcelona que su disciplina ha de tomar partido activo contra la destrucción del gran ecosistema fluvial

Jan 9, 2025 - 05:00
Ciudades jardín y culturas milenarias en la selva: la nueva arqueología desmonta el tópico colonial de la Amazonia virgen y vacía

La nueva arqueología de la Amazonia está desmontando todos los tópicos sobre la historia de esa amenazada región, tan central en el debate medioambiental moderno. En la visión actual de los arqueólogos que trabajan en la zona, imbuidos de una conciencia activista tan innovadora en la profesión como la tecnología que emplean, la Amazonia no es ya un paraíso o un infierno verde vacío de gente y lleno de misterios y leyendas, sino un lugar que reclama su espacio en la historia y que sus habitantes modificaron revolucionariamente a lo largo de milenios influyendo decisivamente en su entorno con grandes innovaciones y decisiones culturales. La Amazonia que la imaginación (a menudo interesada) pobló de seres míticos —desde su propio nombre—, de feroces fieras e innumerables peligros, de indios salvajes y primarios y de fabulosas ruinas olvidadas de civilizaciones venidas de no se sabe dónde (incluso de la Atlántida y del espacio), abandona poco a poco los clichés para salir a la luz de un nuevo relato real y científico. Un relato en el que, curiosamente, las maravillas no son menores. Cierto, no existieron las ciudades perdidas de El Dorado, Akakor (la Akator de Indiana Jones) o Z, en cuya búsqueda desapareció en la Serra do Roncador en 1925 el coronel Percival Fawcett (una de las influencias en la creación del arqueólogo cinematográfico de George Lucas), pero los arqueólogos están descubriendo “ciudades jardín” en medio de la selva, conectadas entre ellas por carreteras y en las que se llevaron a cabo decisivos avances civilizatorios.

Seguir leyendoEl arqueólogo brasileño Eduardo Neves excavando junto al río Unini en la Amazonia en 2011.