Claves para no desesperarse si tu hijo adolescente no hace nada en casa: olvídate de las amenazas y de hacer sus tareas
No hay que entender el desorden o la irresponsabilidad como un gesto de rebeldía del joven, sino como el reflejo de la complejidad física y emocional que vive. Lo mejor que pueden hacer los padres ante la situación es evitar criticar y aprender a negociar con él
Ropa por el suelo de la habitación, un escritorio repleto de libretas y bolígrafos sin tapar, vasos y algún plato con restos de comida, zapatillas en medio del salón, sudaderas en cualquier silla de la casa, la mochila tirada en un rincón. Quien convive con un adolescente conoce bien la dificultad que tiene para mostrarse ordenado y cumplir con sus responsabilidades. Un joven al que le preocupa poco que al resto de la familia su desbarajuste les haga sentir incómodos. “Recoge la habitación, esto parece una cuadra” o “no sé como puedes vivir entre tanto desorden, eres un auténtico desastre” son frases que a menudo los progenitores dicen a su hijo con tono amenazador, cansados de pedirle una y otra vez que mantenga su habitación ordenada o colabore haciendo sus tareas en casa. Muchos padres y madres acaban agotados y frustrados de ver cómo el joven no cambia de actitud. Un tira y afloja que creará un ambiente hostil y afectará seriamente el vínculo entre los miembros de la familia.