Colonialismo europeo
¿Qué intereses defienden Von Der Leyen y una Comisión que ignoran los desafíos contra la libertad de sus ciudadanos?
El imperialismo está de moda. Vean a Trump balbuceando sobre el canal de Panamá, la anexión de Canadá y la conquista de Groenlandia. El salto de su supuesto aislacionismo a este nuevo afán imperialista podría parecer contradictorio, pero vivimos tiempos de posverdad. Abrumados por el diluvio de declaraciones contradictorias, absurdas o falsas que busca saturar el espacio público de ruido y confusión, los ciudadanos adoptamos el peligroso papel de consumidores pasivos del espectáculo. The show must go on. Lo más serio del nuevo expansionismo trumpista es el desprecio hacia las normas y consensos internacionales y esa narrativa de la confianza en el buen populista se construye en torno a su persona, al líder ungido y a sus caballerosos paladines tecnológicos, en lugar de a instituciones. Lo hacen en nombre del “mundo libre”, otro clásico neocolonial.