Como un elefante en una juguetería
A veces los adultos creemos que los niños no entienden nuestro mundo y, sin embargo, podemos ser nosotros quienes nos sintamos extraterrestres si nos metemos en el suyo
La Navidad es muy rara, tarda dos meses en llegar y se desvanece de un día para otro. El lunes por la mañana estábamos recogiendo las mondas de las naranja que habíamos dejado para los camellos y hoy ya casi ni nos acordamos de qué era la figurita amorfa que nos salió en el roscón. Ya dudamos de si seguir felicitando el año y solo han pasado nueve días. A nadie le extraña que el 15 de diciembre los motivos navideños plaguen las calles y las mentes, quien dice 15 de diciembre dice 1 de noviembre, pasado el terror de Halloween llega el terror navideño, el turrón llega antes, por supuesto. Pero solo tres días después de Reyes a nadie se le ocurre pasear con cuernos de reno por la Gran Vía.