¿Defensa del placer femenino o presión para satisfacer al hombre? El ‘kunyaza’ y el ‘gukuna’ sirven el debate en Ruanda
Una práctica sexual que aspira a que la mujer expulse grandes cantidades de agua durante la relación sexual y un ritual que consiste en estirar los labios genitales menores a las jóvenes para aumentar las sensaciones durante el coito generan reacciones encontradas
Es jueves a medianoche en Kigali. La sexóloga Vestine Dusabe está, como cada semana, en el estudio de City Radio, en la sintonía 88.3 FM, y recibe la llamada de un hombre, preocupado por sus problemas sexuales y matrimoniales. “Mi mujer nunca expulsa agua con el kunyaza”, explica el oyente. El kunyaza es una práctica sexual propia de la región de los Grandes Lagos en la que el hombre estimula con su pene erecto el clítoris de la mujer para provocar que ella segregue líquido. El objetivo es ese, que la mujer expulse agua, lo que en Occidente se ha popularizado en los últimos años con el término inglés squirt, que no es equivalente a la eyaculación femenina, aunque muchas veces se usen los conceptos como sinónimos, ni al orgasmo.