Del plebiscito a la consulta (I)

La propuesta del presidente Gustavo Petro de refrendar sus reformas en las urnas es un desafío histórico que precisa la mayor responsabilidad de la ciudadanía, si el Senado aprueba la convocatoria

Mar 17, 2025 - 01:00
Del plebiscito a la consulta (I)

Todo parece indicar que los colombianos estamos históricamente condenados a fracasar en nombre de la democracia. Desde el plebiscito de 1957, que instauró el Frente Nacional y algunos ingeniosos analistas nacionales llamaron “democracia restringida” y otros, estudiosos extranjeros, “democracia consociacional”, millones de colombianos han muerto en nombre de esa proclamada democracia. Unos, defendiéndola ferozmente con sus armas desde el Estado y otros, atacándola violenta y criminalmente, sin límite alguno, desde la insurgencia. Obviamente, en ambos casos, la víctima mortal ha sido la democracia y los perdedores de siempre hemos sido todos los colombianos. Comenzando por los más pobres, que disparan, matan y mueren en nombre de tan grandiosa y demagógica palabra. Los institucionales, creen que disparan por la “patria” y los camuflados insurgentes por la “revolución”. Sucede así, fundamentalmente, porque desde el Estado, esa democracia ha sido incapaz de garantizar a la mayoría el ejercicio pleno de sus derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales, consignados ampliamente en la Constitución del 91. De otra parte, desde las filas insurgentes, solo ven en la población civil una masa de maniobra militar para el reclutamiento de menores, el confinamiento, la extorsión y las masacres, pues sus “proyectos revolucionarios” han naufragado en un lodazal de codicia y sangre, disputándose entre sí y con otros grupos delincuenciales el control de rentas ilegales. Es lo que acontece en el Catatumbo, en el Plateado y en cerca de 12 regiones con graves crisis humanitarias.

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