Dos museos comunitarios y campesinos del desierto de la Tatacoa llegan a la cumbre de la ciencia global
La Tormenta y el Museo de Historia Natural de La Tatacoa albergan miles de fósiles. Con pocos recursos, y sin la ayuda del Estado, se han convertido en un atractivo turístico y en un referente de investigación internacional para entender, entre varios temas, efectos del actual calentamiento global
Un lugar en Colombia guarda con mucha precisión los secretos de la vida hace 12 millones de años, cuando América del Sur era una gran isla separada del resto del continente, las cadenas montañosas apenas se estaban formando, los dinosaurios se habían extinguido y los seres humanos aún no existían. Es el yacimiento paleontológico La Venta, ubicado en medio del desierto de la Tatacoa, en el departamento del Huila, a unas pocas horas al sur de Bogotá. Contiene miles de fósiles muy bien conservados de los animales y las plantas que habitaron la zona en el periodo llamado Mioceno Medio, entre 11 y 15 millones de años atrás. El potencial científico del lugar desértico y rocoso fue reconocido a finales de 2024 por la Unión Internacional de Ciencias Geológicas, órgano asesor de la UNESCO, que lo declaró patrimonio geológico de la humanidad y lo seleccionó como uno de los 100 sitios de paleontología más importantes del mundo.