Drones con explosivos y minas antipersona: la realidad criminal que se asienta en México
El uso de este tipo de armamento en diferentes partes del país reta a las autoridades, que no disponen de una estadística pública. Los casos recientes de Michoacán, Tamaulipas o Chihuahua iluminan un fenómeno cada vez más habitual

En el universo cambiante del crimen en México, los drones bombarderos y las minas antipersona se han asentado como parte de la cotidianidad, con ataques y explosiones que empiezan a ser habituales en diferentes regiones. En las últimas semanas, la detonación de dos minas antipersona en Michoacán y Tamaulipas, con al menos cuatro víctimas mortales, han iluminado un problema creciente. También el caso de Guadalupe y Calvo, en Chihuahua, donde criminales atacaron con explosivos lanzados desde drones a militares. El crimen avanza y perfecciona sus técnicas, innova. El Estado mira y reacciona, siempre cuando el problema ya afecta a la población.