Dura caída de Jonas Vingegaard que pone en riesgo su victoria en la París-Niza

Matteo Jorgenson recupera el maillot amarillo después de que el líder pierda medio minuto en la subida final, donde se impone Lenny Martínez

Mar 13, 2025 - 16:00
Dura caída de Jonas Vingegaard que pone en riesgo su victoria en la París-Niza

Capturado el hosco Foss, Victor Campenaerts, aerodinámico casco de mariscal prusiano, abraza por las maneta su querido manillar estrecho y acelera. A su rueda, casco rojo distintivo, Jonas Vingegaard. Ah, alertan los simpáticos espiritosos, ahí viene, ahí se prepara, comienza la sinfonía fantástica del danés, y guiñan un ojo a los conoscenti, que asienten. Ah, sí, no en vano llegamos a La Cuesta de San Andrés, el pueblo de Berlioz, qué músico, qué sinfonías. Y podrían añadir, qué cuesta la subida final a Notre Dame de Sciez, que parece el muro de Huy de la Flecha Valona, un caminito estrecho en el Isère, tan cerca los Alpes, y por qué todas las iglesias, capillas, ermitas, la iglesia católica las construye al final de una cuesta vertical. Y entonces se percatarían de que los labios finos de Vingegaard están rojos como su casco rojo e hinchados como salchichas, un boxeador después de un KO en los morros. Y desalentados observarían que el danés, soberbio la víspera y congelado, y duro, se rezaga, y cuando su compañero Matteo Jorgenson, el mismo al que la víspera había desposeído del maillot amarillo, comienza por su cuenta a interpretar su propia sinfonía fantástica en la ascensión. Sube a ritmo, a piñón, el pesado norteamericano y a su rueda gozan Lenny Martínez, un muelle diminuto, y Clement Champoussin, burbujeante puncheur, que sin piedad le atacan y superan, por dentro y por fuera, en la última curva, a 150 metros bien medidos. Vence Martínez, un diablillo sobre ruedas.

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