Edouard Carmignac: “Trump está dispuesto a llevar las cosas al límite a pesar del riesgo económico que eso conlleva”
El fundador de la gestora de fondos francesa cree que el crecimiento de España, basado en el turismo, el dinero aportado por la Unión Europea y la inmigración, no es sostenible a medio plazo si no se hacen reformas

En pleno corazón de París, entre la Embajada estadounidense y el palacio del Elíseo, está el Pabellón Gabriel. Allí celebró Carmignac el pasado 23 de enero su reunión anual con clientes. Fue un evento especial ya que la gestora de fondos, fundada en 1989, había cumplido su 35º aniversario. Durante casi dos horas, diferentes portavoces de la firma fueron desgranando los hitos logrados durante este tiempo, además de presentar sus previsiones de inversión para el ejercicio 2025.
Falta de coraje y cinismo
Cada trimestre, Edouard Carmignac analiza la actualidad económica, política y de mercado es sus famosas cartas a clientes. Sus misivas no pasan inadvertidas puesto que no hay charco en el que no suela pisar. En el mercado es aún recordada la dureza que usó contra su compatriota Jean-Claude Trichet cuando dejó la presidencia del BCE. “No te echaremos de menos”, sentenció. Para quien casi siempre ha tenido buenas palabras es para su sucesor al frente del organismo monetario. En su carta de junio de 2024 propuso a Mario Draghi como candidato ideal a presidir la Comisión Europea por su “autoridad intelectual y capacidad negociadora irrefutables”.
También es costumbre de Carmignac fustigar con su pluma a los políticos. En la carta fechada el pasado enero, pedía un “despertar colectivo” en Europa ante la vuelta de Donald Trump ya que “hay demasiadas normas y leyes laborales que nunca benefician a los que más lo necesitan”. La jubilación —un negocio donde sus palabras nunca pueden interpretarse como neutras al tener claros intereses en gestionar el ahorro privado para el retiro— es otro de sus grandes caballos de batalla. “Nadie cree seriamente que los tradicionales sistemas de pensiones redistributivos sean sostenibles. Eso lo sabe todo el mundo. Argumentos ideológicos desfasados retrasan la aplicación de las pensiones complementarias de capitalización, la única opción viable”, clamaba. “¿A qué esperan nuestros políticos? La falta de coraje y las cínicas maniobras políticas de las décadas anteriores nos han puesto al borde de la quiebra colectiva”.