El activismo y la desilusión de Manuela Carmena

Creía que los activistas serían buenos políticos y descubrió que eran los peores

Apr 2, 2025 - 00:00
El activismo y la desilusión de Manuela Carmena
Manuela Carmena, el 14 de marzo en la cocina de su casa en Madrid.

Desilusión es la palabra que escoge Manuela Carmena al analizar las actitudes de quienes la colocaron de candidata, y luego, con ayuda de los votantes, de alcaldesa de Madrid. Desilusión es una palabra bonita y en declive, porque lo propio de estos tiempos es la decepción, que no solo es un término mucho más áspero y violento, sino que coloca el peso de la culpa en el otro. La desilusión, en cambio, es personal: se pierde algo propio, la ilusión. Se deja, por ello, de ser un iluso. Y así se pintaba en la entrevista que concedió a Berna González Harbour a propósito de sus memorias políticas, como una ilusa rodeada de gente decepcionada.

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