El cine en español sobrevive en Los Ángeles
En Milagro Cinemas se exhiben películas en castellano y se sirve comida mexicana. El teatro pertenece a la cadena Maya Cinemas, que ya tiene cinco sedes en California y Nevada orientadas a las comunidades latinas
Cuando Moctesuma Esparza era un niño, en los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, había al menos tres cines en Boyle Heights, su barrio del Este de Los Ángeles, a los que podía ir caminando para ver películas en español. El centro de la ciudad era entonces la capital de la cultura cinematográfica latinoamericana, donde se proyectaba la producción entera de la época de oro del cine mexicano y filmes cubanos y argentinos que competían con los estrenos de Hollywood. Los nombres que brillaban en las marquesinas entonces, cuando su padre le llevaba al cine los lunes, eran los de Pedro Infante y el mariachi Perla o los Anthony Quinn y Lupita Ferrer. Luego, en la década de los noventa, cuando Esparza se había convertido en productor y director de películas con protagonistas latinos como Selena y The Cisco Kid y buscaba dónde proyectarlas, esas salas no existían ni en Los Ángeles ni otra ciudad de Estados Unidos; se habían transformado en tiendas de descuento, lavanderías, iglesias cristianas o lotes de estacionamiento.