El efecto Sonny Angel y el fenómeno en auge detrás de las ‘blind boxes’
El formato de venta sorpresa, concebido en sus orígenes para coleccionistas y potenciado por las redes sociales, empieza a ganar popularidad en España. “Estas figuras coleccionables pueden considerarse los cromos del siglo XXI”, dice el fundador de la primera tienda española especializada en este producto

Pagar por una caja sorpresa cuyo interior desconoces se ha convertido en el pasatiempo predilecto de miles de jóvenes (y no tan jóvenes). El fenómeno de las llamadas blind boxes (cajas ciegas, en español), como se denomina a este formato concebido en sus orígenes para coleccionistas, se hizo fuerte en España a mediados del año pasado cuando los Sonny Angel —las figuritas con forma de bebé pensadas para pegar en la parte trasera del móvil— dieron el salto al gran público y desataron una fiebre inesperada a la que sucumbieron personalidades tan dispares como la cantante Rosalía o el ministro de Transportes Óscar Puente. A pesar de que no se trata de un concepto estrictamente novedoso —en China llevan varios años obsesionados con el tema— sí que ha irrumpido recientemente en nuestras fronteras.