El escollo de la falta de mano de obra
Gran parte de las empresas de construcción afrontan un problema estructural de personal cualificado

Javier, “el manitas”, no da abasto. El teléfono de su negocio de construcción, en el centro de Madrid, no para de sonar. Son las nueve de la mañana de un lunes de marzo y ya ha respondido una decena de llamadas. “Si alguien quiere que le haga una obra tiene que esperar dos o tres meses”, dice. “Hay mucho trabajo”, reconoce. “Podría hacer muchas cosas a la vez, pero no hay personal”. El sector vive un verdadero drama con la falta de mano de obra, el envejecimiento de las plantillas —la edad media en la actividad es de 50 años— y un relevo generacional que no se está produciendo.
Tecnologías que agilizan la edificación
Las nuevas tecnologías se abren paso en este sector, que cobrará más vida ante la llegada del proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica de la vivienda. “Previsiblemente, el PERTE se presentará en abril”, asegura Antonio Ballester, CEO de Cementos La Cruz. “Y cobra vital relevancia gracias al impulso que dará a la industrialización del sector y a la construcción modular”, añade. Este proceso permitirá fabricar más viviendas en menos tiempo debido a la agilización de los tiempos de obra, a la posibilidad de trabajar pese a las inclemencias meteorológicas y a la mejora del impacto ambiental o a la reducción de residuos, dice el experto. “Las nuevas técnicas permitirán un mejor aprovechamiento de los recursos materiales y humanos, lo que sin duda resultará determinante en un contexto marcado por una alarmante falta de mano de obra”, resalta. Ante esta realidad, la impresión 3D de hormigón marca la pauta. “Nos da la posibilidad de crear estructuras sin la necesidad de moldes predefinidos, lo que reduce el desperdicio de materiales y permite desarrollar diseños personalizados y adaptados a las necesidades de cada situación”.