El fuego devora las fallas del año de la catástrofe en Valencia
Los falleros utilizan más acelerante que otros años por la humedad pues ha sido una de las ediciones más lluviosas y frías desde que hay registros

El fuego tiene algo tribal. Fascina. Miles de ojos entre la masa brillan de cara a este rito ancestral. Las cientos de personas congregadas han visto un año más como las llamas devoraban pasadas las once de la noche de este miércoles la falla municipal en la plaza del Ayuntamiento de Valencia. La catarsis, el final y vuelta a empezar. El arte convertido en cenizas y el cambio de ciclo. Los valencianos recordarán 2025 como el de la riada que devastó buena parte de la provincia de Valencia y se cobró la vida de 228 personas. Han sido unas fiestas agridulces por el recuerdo de la dana y también por la lluvia y el frío. El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ausente durante todas las fiestas ha asistido al colofón final de la cremà de la falla municipal.