El Gobierno de Starmer endurece el discurso ante el auge de la derecha populista de Nigel Farage
Las encuestas colocan por primera vez a Reform UK por delante de laboristas y conservadores

La señal de que un Gobierno o un partido político comienza a tomarse en serio a un rival está siempre en el tono de los adjetivos que le dedica. Wes Streeting, ministro de Sanidad de Reino Unido y uno de los políticos más carismáticos y populares del laborismo británico, ha acusado esta semana al líder de Reform UK, Nigel Farage, de tener una visión “triste y derrotista” (miserabilist y declinist fueron los términos ingleses que utilizó) del país. Pero también ha advertido a la izquierda de la necesidad de tomarse en serio la amenaza de la derecha populista. Ha sido el ataque más contundente hasta la fecha contra una amenaza que sufren conjuntamente los partidos tradicionales. Aunque el primer ministro, Keir Starmer, tiene más motivos para estar preocupado.