El lucrativo negocio de hacer una casa en un local
La falta de vivienda ha impulsado la conversión de los bajos en pisos, un mercado que también está experimentando un alza importante en los precios

Los ladrillos son aves migratorias y por eso el cambio de locales a viviendas está teniendo un papel relevante en algunas comunidades autónomas donde la población se incrementa todos los años y faltan casas. La región madrileña cuenta con siete millones de habitantes y ha crecido más de un 20% en las dos últimas décadas. El Instituto Nacional de Estadística (INE) estima que en 2037 tendrá algo más de ocho millones de habitantes. Esto indica que el parque de viviendas pasará de 2,7 millones a 3,2 ese año.
Hasta el 90% en la Renta
A falta de suelo, se ha recurrido a la fiscalidad. Los caseros que alquilen locales transformados en vivienda podrán reducirse en la Renta hasta el 60% de las ganancias conseguidas por el alquiler. Hace falta cumplir dos requisitos: que la mayor parte de los fondos destinados a la rehabilitación del local se dirijan a elementos estructurales (cubiertas, fachadas, mampostería). Nada de gas, carpintería o trabajos de fontanero. Y, además, que el propietario haya invertido en la rehabilitación una cuantía que supere el 25% de lo que costó la adquisición del local. Desde luego, el inmueble tiene que alquilarse como vivienda permanente. Los alojamientos turísticos quedan fuera de juego. “Ahora bien” —narrra Carlos Cuadrado, presidente de los Técnicos de Hacienda (Gestha)—, “si se incumple la primera condición, la deducción permanente por vivienda continúa siendo del 50%”. Recuerda que algunas reglas han cambiado. “La ley de la vivienda de mayo de 2023 amplió las bonificaciones en zonas tensionadas que pueden llegar al 90% de los ingresos obtenidos. Aunque nosotros tenemos claro que la fiscalidad no es la solución”, zanja Cuadrado.