El malabarista de Estado
Marco Rubio tiene la capacidad para ser un buen secretario de Estado, pero tiene demasiados cocineros en la cocina y demasiadas ollas de presión que, si no las maneja bien, le terminarán chamuscando sus aspiraciones presidenciales
La llegada de Marco Rubio a la secretaría de Estado marca un interesante cambio en la dirección de esa entidad, desde diferentes puntos de vista: una primera es el perfil del secretario. El de Joe Biden, Antony Blinken, un veterano diplomático y asesor de seguridad nacional, no ha tenido una carrera electoral como la de Rubio, para quien la secretaría de Estado podría ser un paso más hacia la nominación republicana a la presidencia en 2028.