El malestar por la vivienda estalla en Salt: “Sin un techo no puedes ser feliz”
Los altercados por el desahucio de un imán de 70 años y su familia revelan una bolsa de pisos vacíos que no se alquilan y empuja a los extranjeros a la ocupación como alternativa

A los 70 años, Kalilou Diawara se ha convertido, sin pretenderlo, en símbolo de la lucha por el derecho a la vivienda en Salt, un municipio de 35.000 habitantes que, sobre el mapa, parece un apéndice de la pétrea Girona. El viernes 7 de marzo, una comitiva judicial desahució al hombre, imán de la mezquita que frecuenta la comunidad subsahariana, a su mujer y cuatro de sus hijos, menores. La familia llevaba cinco años sin pagar la hipoteca del piso, propiedad de un banco. El pasado lunes, tras agotar los tres días de alojamiento provisional en un hostal sufragados por el consistorio, Diawara intentó entrar de nuevo a la vivienda. Pero la alarma que la entidad bancaria había instalado saltó. Los Mossos acudieron y ejecutaron un desalojo exprés durante el cual, según la familia, el hombre —conocido aquí con el apodo de Papa Diawara— recibió golpes y un empujón.