El mar devora la playa de Juanchaco, una de las más emblemáticas del Pacífico colombiano
Mareas inusualmente altas han destruido 21 casas y afectado a 202 familias. Quienes aún no han perdido sus viviendas luchan contra ‘la puja’ a punta de trincheras y costales de arena
La puja, como la fuerza que hace una mujer para dar a luz, es la misma palabra con la que en el Pacífico colombiano conocen el momento en el que el mar llega a su máxima altura. Un ciclo natural, alineado con la Luna y que se da cada quince días, pero que a partir de julio del año pasado ha cobrado una fuerza inusitada. Poco a poco y frente a sus ojos, los habitantes de Juanchaco, una playa dentro del corregimiento de Buenaventura que lleva el mismo nombre, a poco más de una hora en lancha desde el principal puerto de Colombia, han visto cómo el océano se ha ido comiendo 22 casas y dejado otras 39 averiadas. En un país donde los problemas de orden público son la principal causa de desplazamiento, en Juanchaco las personas temen ser desplazadas por una fuerza aún más impredecible: el mar.