El marco perfecto de arte y ladrillo
La incorporación de obras en las promociones inmobiliarias las vuelve más valiosas y sencillas de vender

Quizá no exista nadie en el mundo del arte como Jorge Pérez (Buenos Aires, 1949). El coleccionista y mecenas tiene arte incluso en el vestidor de su casa. Dentro del armario. Unas pinturas pequeñas de Lynne Drexler (1928-1999). Justo en la parte superior donde descansan los zapatos en su ático de Miami. Vive en el piso más alto de un edificio diseñado por la firma de arquitectura OMA en Coconut Grove. “Me gusta ver arte hasta cuándo me calzo los zapatos”, narra. La casa alberga unas 300 obras, 1.000 metros cuadrados y una vista circular de 360º sobre el paisaje de tierra y mar que entra y sale de Biscayne Bay, entre las subidas y bajadas de la marea y los vientos.