El matonismo diplomático de Trump
El pulso migratorio entre EE UU y Colombia demuestra que solo la sangre fría y la unidad de los países defensores del Derecho internacional podrá hacer frente a la deriva del presidente republicano

Los Gobiernos de Estados Unidos y Colombia mantuvieron el domingo un pulso diplomático que ilustra el alcance de las amenazas de Donald Trump. La precipitada y mal gestionada negativa del presidente colombiano, Gustavo Petro, a que dos aviones con deportados aterrizaran en Bogotá debido a las supuestas malas condiciones de los retornados dio al magnate republicano la oportunidad de lanzar una descomunal amenaza a Colombia y, de paso, de enviar una advertencia a quien no se pliegue a los designios de Washington.