‘El odio’: la colisión de la libertad de creación y los derechos de las víctimas

Varias especialistas coinciden en que el libro de Luisgé Martín supone una violencia directa y extendida hacia Ruth Ortiz, y en que el problema no es el tema que trata sino cómo se abordó

Mar 22, 2025 - 01:00
‘El odio’: la colisión de la libertad de creación y los derechos de las víctimas
Bretón - El odio. / FERNANDO HERNÁNDEZ

De frente, la publicación de un libro sobre José Bretón donde el escritor Luisgé Martín da voz a José Bretón y solo a José Bretón y en lo que la editorial Anagrama no vio problema. De fondo, Ruth Ortiz, la expareja de José Bretón, la madre de los niños a los que él asesinó y calcinó: Ruth, con seis años, y José, con dos. Fue en 2011. Hace 14 años que Ortiz se levanta una y otra y otra mañana para darse cuenta una y otra y otra vez de que sus hijos ya no están. Hace 14 años que Bretón está en prisión por el asesinato de sus hijos negando haber asesinado a sus hijos. Hasta ahora.

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"La mitomanía de la crueldad"

¿Podría este libro no haber producido –ya, aun sin publicarse–, un dolor añadido a Ruth Ortiz, a su familia, con el que cargan desde hace 14 años? Podría. “El arte es libre, absolutamente. Pero no puede estar por encima de los derechos humanos. Cuando se quiere hacer de verdad se pone la voz de las víctimas. Creo que hay una forma ética de hablar sobre crímenes reales”, dice la analista cultural Carmen G. Magdaleno.

La obra de teatro sobre La Manada, el tratamiento del caso Pelicot, el libro de la hija de Gisèle Pelicot, la serie sobre las violaciones del caso del Sambre… Magdaleno recuerda todas las ficciones, recreaciones, reproducciones y tratamientos mediáticos que se han hecho y se hacen bien y lo contrapone a “una vuelta de eso que se llama el prestigio del asesino, la mitomanía de la crueldad”.

Afirma que plataformas como “Netflix han contribuido muchísimo a esto, por ejemplo con el caso Dahmer [Jeffrey Lionel Dahmer, un asesinoy violador en serie] o el caso Asunta [Asunta Basterra, la niña de 12 años asesinada por sus padres, Alfonso Basterra y Rosario Porto]”. Y esto, dice, “está relacionado con la deshumanización de las víctimas”.

Para la analista, “hay que plantearse si se va a reflexionar sobre las causas sociales que nos llevan a esta violencia, sobre lo que se hizo mal y permitió que pasaran estas cosas, o se va a hablar del morbo de eso. Reconstruir la violencia dando voz únicamente al discurso megalómano y narcisista de los asesinos es de alguna forma justificar y legitimar esa violencia, convertir en cultura la violencia machista, aunque quieran venderlo como el análisis de la mente del asesino”.