El Partenón de Arturo ‘El Negro’ Durazo en Zihuatanejo: un monumento a la corrupción y el exceso convertido en atracción turística
El estrambótico complejo, con columnas de 20 metros, fue construido por el polémico exjefe de la policía capitalina en el Gobierno priista de José López Portillo. Hoy ha sido reformulado como un foro para eventos culturales
En lo alto de una colina en Zihuatanejo, Guerrero, ubicada estratégicamente para mirar de frente las aguas del Pacífico mexicano, una especie de réplica del Partenón de Atenas sobresale entre otros edificios y la naturaleza. Las decenas de columnas, de unos 20 metros de altura que sostienen la majestuosa estructura, enmarcan los muros imponentes y los pisos de mármol y azulejos con diseños que parecen de otra época, una muy señorial. Dentro, lienzos con escenas afrodisiacas, mesas gigantes de mármol verde, habitaciones inmensas donde solían reposar camas colgantes y espejos en los techos, devuelven el aire de un tiempo de excesos y corrupución. Un tiempo en el que Arturo El Negro Durazo Moreno, autonombrado como general, era uno de los hombres más poderosos de México mientras lideraba a la policía de la capital y era el protegido y amigo predilecto del presidente priista José López Portillo.