El Partido Socialista francés rompe la unidad de la izquierda al no votar la moción de censura contra Bayrou
La propuesta del primer ministro de revisar la polémica ley de pensiones resquebraja la alianza del Nuevo Frente Popular, que pierde a uno de sus socios más influyentes
La moción de censura que La Francia Insumisa (LFI) activó el pasado martes contra el Gobierno de François Bayrou era meramente simbólica. Los números, sabiendo que la ultraderecha no la apoyaría esta vez, la condenaban de antemano al fracaso parlamentario. Era interesante, sin embargo, saber si el Nuevo Frente Popular (NFP), la alianza de la izquierda que logró llegar primera en las últimas elecciones legislativas, seguiría unida en la votación. La respuesta, pasadas las cinco y media de la tarde, fue negativa. El Partido Socialista (PS) decidió desvincularse del NFP y no apoyó la moción de censura, abriendo una importante grieta en el bloque progresista, pero también un nuevo horizonte de alianzas en el dividido Parlamento francés. Una pequeña victoria para Bayrou, que ya ha logrado algo más que su predecesor, Michel Barnier, y que el propio presidente de la República, Emmanuel Macron.