El paseíllo de Luigi Mangione: memes virtuales, política y la banalización de un crimen que ha sacudido EE UU
El traslado del detenido por el asesinato del ejecutivo de UnitedHealthcare, rodeado de una enorme escolta policial, provoca críticas por parte de legisladores y juristas
Pasear a un presunto delincuente ante las cámaras de televisión es una práctica policial frecuente, habitual en el proceso de justicia penal, sobre todo en entornos tan mediáticos como Nueva York. La escolta se desarrolla en público, normalmente desde la comisaría hasta el juzgado o el furgón policial, para que los medios de comunicación puedan fotografiar o grabar al detenido. Se trata de una añeja tradición, forjada a golpe de titulares informativos y de muchos metros de celuloide, en la que, para celebrar la eficacia policial, una persona aún no condenada por ningún delito aparece esposada como viva imagen de la culpabilidad. Juristas y activistas rechazan la práctica por cargarse de un plumazo —o de un flashazo— la presunción de inocencia.