El pito del Carnaval de Cádiz, el misterio más icónico de la fiesta
El instrumento se introdujo a finales del XIX por motivos desconocidos, mutó en su aspecto y sirve para marcar el tono al inicio de las coplas

Tocar un pito de carnaval es una experiencia gustosa. Basta con arrimárselo a la boca y soplar mientras se canturrea para que la música brote tamizada con un soniquete festivo. Así, sin más. Es tan integrador que apenas precisa conocimientos previos en música y es tan barato como resistente. Quizás por eso lleva más de un siglo erigido como el instrumento musical más icónico del Carnaval de Cádiz. Todas las agrupaciones lo usan —con la excepción de los coros, que lo empleaban en el pasado— para la introducción musical de sus repertorios, pero nadie sabe a ciencia cierta cómo desembarcó en la fiesta hasta convertirse en una pieza clave.