El sueño de los aviones comerciales rusos no despega
La falta de piezas y los accidentes sumen al sector en un caos. El Gobierno destituye a los altos cargos de Túpolev y Yákovlev por los retrasos en el lanzamiento de sus nuevos modelos
Una serie de aterrizajes de emergencia protagonizados por el avión ruso-francés Superjet 100 en los últimos días ha vuelto a poner en entredicho el futuro de la aviación comercial rusa bajo las sanciones. El Kremlin ha despedido a varios altos cargos de su corporación aeronáutica debido a los retrasos en el lanzamiento de su avión cien por cien nacional, y el tiempo apremia: la guerra desatada contra Ucrania sigue estancada y las aerolíneas se ven obligadas a retirar más aviones de sus flotas para reutilizar sus piezas. Mientras, el precio de los billetes se sigue disparando por la inflación provocada por la guerra y la alternativa, en el país más grande del mundo, es tomar un tren que puede tardar varios días de una región a otra.