Elena Manrique, el secreto mejor guardado del cine español, retrata las miserias de la clase alta andaluza
La veterana productora ejecutiva deslumbra con su debut como directora, ‘Fin de fiesta’, los desmanes de una rica pija en una hacienda sevillana junto a su criada y a un inmigrante oculto en el cobertizo

La madrileña Elena Manrique ha trabajado, como productora ejecutiva, en algunos de los grandes momentazos del cine español del siglo XXI: El laberinto del fauno, La caja Kovak, El orfanato, Celda 211, Che, Kiki, el amor se hace o El salto. Así que es uno de los grandes secretos del audiovisual patrio: la industria sabe quién es, el público no. El otro gran secreto es su edad. “Por dios, pon cincuenta y plus”. Ni bajo amenazas desvelará el dato, un deseo que la emparenta con la protagonista de Fin de fiesta, su primer largometraje como directora estrenado en salas, aunque antes había hecho un mediometraje, Cinema Verité, Verité (2013), para la iniciativa digital #LittleSecretFilm, un modelo de producción que promueve películas para su estreno gratuito en internet. Fin de fiesta, estrenada hace dos semanas en cines, es la historia de la relación entre una señora de rancio abolengo sevillana, su criada y un inmigrante que se cuela en la hacienda, una mansión con pavo real incluido, junto a amigos gorrones, amantes pasajeros y vecinos ahítos de reconocimiento (y de pillar migajas en sus fiestas).