Elon Musk es un reclamo para osos
El millonario aplica en el Gobierno el mismo plan que llevó a cabo en X, como si eso hubiese salido bien

Grafton es una pequeña ciudad de Nuevo Hampshire, al noreste de Estados Unidos, con unos 1.400 habitantes censados. A partir de 2004 fue el objeto de un experimento político que quiso convertir el municipio en un paraíso anarcocapitalista. Los promotores esperaban que todo el país se diera cuenta de que los impuestos son un robo, de que el intervencionismo estatal trae pobreza y de que es mejor dejarlo todo en manos de la iniciativa privada.