En un cuadro dinamitado, resiste Djokovic y celebra el ‘abuelo’: “¡Mon-fils!”
El serbio se adentra en los octavos de Miami tras arrebatar el récord de victorias (411) en los Masters 1000 a Nadal. Progresa Badosa y Munar cae ante el francés

Cae una pieza tras otra, un favorito tras otro en Miami. Efecto dominó. De inmediato cedieron los cuatro semifinalistas de Indian Wells —Medvedev, Runer, Draper y Alcaraz— y en dirección de los octavos ha ido borrándose el rastro de un buen puñado de cabezas de serie: hasta 15. En medio de la escabechina, historia pura, el hombre de los récords. Sigue en pie. Después de una buena tarde, Novak Djokovic toca felizmente el violín para festejar sus 411 triunfos en el territorio de los Masters 1000, lo que añade una nueva muesca a su revólver. Ya casi sin espacio. Queda atrás la plusmarca de Rafael Nadal (410) y sonríe él, a dos meses de los 38 años y a un trofeo de los 100. ¿Tal vez llegue en Miami? ¿Podría ser? “Sería increíble, pero voy paso a paso. Aún disfruto cuando juego bien”, contesta tras vencer a Camilo Ugo Carabelli por 6-1 y 7-6(1), pensando ya en cómo puede hincarle el diente a Lorenzo Musetti (4-6, 6-2 y 6-3 a Felix Auger-Aliassime) en la próxima estación.