Entre el vértigo y la calma ante el relevo presidencial
Muchos piensan que la democracia está en peligro inminente con la llegada de Trump. Pero no faltan voces que llaman a moderar cualquier alarma
Todo irá a peor a partir del martes. Sufrirán el Estado de derecho, la división de poderes, la autonomía de agencias estatales como el FBI y las instituciones en general. Padecerán el orden internacional y sus organizaciones multilaterales surgidas de la II Guerra Mundial, desde Naciones Unidas hasta el FMI, la OTAN y la UE, y naturalmente las relaciones con los aliados europeos. Es dudoso y preocupante el futuro de Ucrania, de los territorios de Gaza y de Cisjordania y, sobre todo, de los palestinos que los habitan. Las dudas pueden extenderse incluso al futuro de Taiwán. Sudarán sangre quienes se preocupan por los sufrimientos ajenos, las víctimas de las guerras, los derechos humanos, y más todavía quienes promueven la justicia internacional en todas sus ramas, especialmente la penal.