Entre Segismundo y Wenceslao, nos quedamos con Vávra
‘Kingdom Come: Deliverance II’ no solo es un grandísimo juego, sino que apunta hacia un futuro de gasto razonable


Llega un poco tarde, pero llega, un comentario sobre uno de los grandes juegos de este año: Kingdom Come: Deliverance II. Ambientado en primera persona en la Bohemia del siglo XV, el juego sigue los entuertos de Henry, un herrero convertido en guerrero, y su señor, Hans Capon, inmersos ambos en un mundo lleno de conflictos políticos y guerras civiles entre dos reyes hermanos, Wenceslao y Segismundo. El juego, como el primero, destaca por su ultrarealismo, su mundo históricamente veraz y sus mecánicas de combate. El primero ya apuntaba a grande, pero cuando salió, en 2018, quedó lastrado por los problemas técnicos y los bugs. Esta secuela cura todos esos males y hace algo mejor: ofrecer una experiencia narrativa alucinante, inmersiva a más no poder, llena de personajes inolvidables, tramas cuidadísimas y diálogos y situaciones de una calidad pocas veces vista en el mundo de los videojuegos.