España, pionera en hacer la ropa (realmente) más sostenible
La moda se enfrenta a su mayor reto: reinventarse o seguir siendo una de las industrias más contaminantes del mundo. En esa encrucijada, el lyocell, una fibra natural, biodegradable y de bajo impacto, se perfila como una alternativa clave para transformar el sector. El proyecto GAMA, liderado por la compañía Altri, plantea la construcción en Galicia de la primera planta integrada de lyocell del mundo a través de una iniciativa que acaba de obtener la Declaración de Impacto Ambiental de la Xunta de Galicia

El empleo de tejidos sintéticos como el poliéster y el nylon domina el mercado actual: ha crecido exponencialmente en las últimas décadas debido a su bajo coste y alta disponibilidad. Sin embargo, este despegue ha generado enormes problemas ambientales, como residuos (puede tardar hasta 400 años en descomponerse), microplásticos en los océanos, baja tasa de reutilización, sobreproducción y desperdicio. A esto se le suma el fenómeno del fast fashion, que ha acentuado la crisis medioambiental del sector textil. Según un estudio de la Fundación Ellen MacArthur, en los últimos años la producción de ropa se ha duplicado y el tiempo de uso de cada prenda ha disminuido un 36%, lo que ha generado un volumen de residuos sin precedentes.