Europa camina hacia el trumpismo migratorio
La llegada del nuevo presidente de EE UU ha llevado la lógica antiinmigratoria a su paroxismo, también en la UE


El pasado 21 de enero las autoridades italianas ampararon la fuga del jefe policial libio Osama Almasri, cuya detención había exigido el Tribunal Penal Internacional (TPI). Almasri —al frente de la infame cárcel para migrantes de Mitiga (Libia)— es un carnicero responsable de al menos 35 homicidios y 22 agresiones sexuales, una de ellas a un niño de cinco años. Bajo su supervisión, los paramilitares han secuestrado, torturado, violado y asesinado a un número indeterminado de migrantes. Pero estos crímenes pesaron menos que la continuidad de un acuerdo de control migratorio diseñado para reducir los intentos de acceso irregular procedentes del Norte de África.