Europa como refugio de la ciencia
El acoso del Gobierno de Trump a centros de investigación y universidades abre la oportunidad para atraer a grandes talentos

Europa tiene una gran oportunidad de cumplir un sueño: recuperar las enormes cantidades de talento científico e intelectual que perdió por culpa de los horrores del siglo pasado. Albert Einstein, Hannah Arendt o Enrico Fermi encabezaron entonces un listado formidable de talento emigrado a Estados Unidos que durante la Guerra Fría desniveló para siempre la competencia entre las universidades estadounidenses y europeas. Ocho décadas después, se intuyen los primeros movimientos de una diáspora parecida en sentido opuesto. El primer mandato de Donald Trump ya mandó señales de alerta para la comunidad académica estadounidense. En el segundo, en apenas unas semanas, el espíritu anticientífico del movimiento populista que lidera el presidente ya ha comenzado a expulsar víctimas.