Fandangos, seguiriyas y bulerías en un tablao portátil en medio de los Andes
El Ballet Flamenco de Andalucía presenta un estreno mundial en escenarios insólitos del festival Teatro a Mil de Chile ante un público tan remoto como fervoroso
El escenario era insólito: la explanada del aparcamiento de un centro comercial de periferia en Lo Barnechea, una comuna del área metropolitana de Santiago de Chile. Al aire libre, aprovechando las agradables temperaturas del verano austral. Y todo portátil: el tablao, los camerinos, la taquilla, las sillas del público. “Pero el público decía olé cuando tenía que decirlo”, recalca la bailaora y coreógrafa Patricia Guerrero. Solo un año después de asumir la dirección del Ballet Flamenco de Andalucía, Guerrero ha marcado esta semana un nuevo hito en la historia de la compañía pública andaluza, que suma ya tres décadas: el estreno de un nuevo espectáculo fuera de España. Ha sido por invitación de Teatro a Mil, el festival latinoamericano de artes escénicas contemporáneas de mayor proyección internacional en la actualidad, que celebra su 32 edición hasta el 26 de enero, con la presencia de cerca de 400 programadores de América, Europa y Asia. Es decir, un escaparate excepcional para la difusión del flamenco en el mundo, que es precisamente uno de los objetivos por los que fue creado el colectivo en 1994.