Francia: crisis de fe en la laicidad diez años después del atentado de ‘Charlie Hebdo’
Para unos, un Estado laico es el fundamento de una sociedad abierta, que permite tanto la fe como la blasfemia. Para otros, el laicismo es una excusa para justificar la islamofobia. Los ataques islamistas de 2015 dejaron una herida en la sociedad francesa que ha abierto un debate sobre la idea de la laicidad
El 16 de enero de 2015, nueve días después de que los hermanos Kouachi, dos terroristas islamistas nacidos en Francia, entrasen en la redacción del periódico satírico Charlie Hebdo y asesinaran a nueve de sus trabajadores, se produjo uno de esos momentos que actúan como bisagras de la historia. En Pontoise, al noreste de París, se celebraron las exequias de Charb, carismático dibujante y director de la publicación. Entre los amigos que tomaron la palabra se encontraba el líder del partido de izquierda La Francia Insumisa (LFI), Jean-Luc Mélenchon. “Fuiste asesinado por nuestros enemigos más antiguos, más crueles, más constantes, más obtusos: los fanáticos religiosos, imbéciles sangrientos, que vociferan desde siempre”, proclamó. También habló de “laicidad ridiculizada” y de los “laicistas burlados” que su amigo defendía. “Gracias, camarada”, sollozó roto. Diez años después todo ha cambiado radicalmente y Mélenchon es uno de los grandes enemigos de la publicación y de esa idea de laicidad que presidió las exequias y que ha funcionado como columna vertebral de la República desde 1905.