Giuliano y la trampa del nepotismo
Ningún padre sensato manda a su hijo al paredón de la exposición pública si no confía en su talento, y mucho menos Diego Pablo Simeone

Ningún padre sensato manda a su hijo al paredón, a una exposición cruel a causa de una falta de talento natural. Y mucho menos a un vestuario para que se le vean esas costuras de nacimiento que ni siquiera al final de una vida ya nadie logra disimular. Ni el padre de Aureliano Buendía, ni ningún otro. Y muchos menos Diego Pablo Simeone. Pero las cosas no siempre salen tan bien.