Hasta cuándo, Vini
La imprevisibilidad que tiene con el balón en los pies la pierde cuando los contrarios saben que va a perder los nervios. Y hay partidos en los que es más importante no perder los nervios que la pelota: en casi todos
La roja (justísima: no se toca la cara de un rival, ni con fuerza ni sin fuerza) de Vinicius en Valencia es imperdonable por razones abundantes, pero una es especialmente delicada en lo que se refiere a la inteligencia o la memoria, siendo más indulgentes, del brasileño.