‘Hombre lobo’: licantropía para parejas en crisis sentimental
Leigh Whannell, el director de la excepcional ‘El hombre invisible’, resbala ahora en el miedo, pero mantiene la elegancia en la puesta en escena y logra excelentes interpretaciones
El escritor y director australiano Leigh Whannell se adentró hace cinco años en el mito del hombre invisible dándole un vuelco relacionado con la violencia de género tan imaginativo como coherente con su propia naturaleza: el hombre del abrigo largo, los guantes y el rostro tapado con vendas de la novela de H. G. Wells y del puñado de adaptaciones cinematográficas, el científico loco y solitario que nunca se dejaba ver, pasaba a ser un neurótico del control de su mujer, un acosador despechado, un hombre incapaz de superar el abandono. El trágico miedo contemporáneo de ciertas mujeres a la repentina aparición de sus hostigadores, que nunca se sabe cuándo ni de dónde pueden salir, entroncaba a la perfección con la invisibilidad acechante del personaje de ciencia ficción de Wells.
Hombre lobo
Dirección: Leigh Whannell.
Intérpretes: Christopher Abbott, Julia Garner, Matilda Firth, Sam Jaeger.
Género: terror. EE UU, 2025.
Duración: 103 minutos.